La injerencia Internacional en el conflicto Palestina-Israel
La injerencia Internacional en el conflicto Palestina-Israel
A través de la historia el conflicto ha sido un fenómeno de gran importancia y protagonismo en el escenario internacional, teniendo injerencia de manera directa en los ámbitos sociales, políticos, económicos y culturales de quienes hacen parte de estos, cuyos actores y orígenes son disímiles, dejando una larga historia de vencedores y vencidos. Producto de estos se han configurado tratados internacionales y acuerdos que permitan por un lado, regular la guerra y por otro, prevenir las acciones violentas entre Estados. Sin embargo la utilización del poder militar como estrategia de dominación continúa siendo una constante en el mundo.
La dualidad entre vencedor y vencido se ha sujetado bajo fuertes dinámicas de dominación, producto de un conjunto de estrategias y tácticas ideadas para alcanzar los beneficios del triunfante; pasando desde estrategias militares, económicas, culturales, mediáticas, y en algunos casos amparados en un marco legal. Siendo el poder militar una de las estrategias más relevantes para lograr la supremacía, por lo cual el realismo político ha sido crucial en la escena internacional.
El siguiente ejercicio de investigación permitirá un acercamiento al conflicto presentando entre el Estado de Israel y Palestina el cual se manifiesta en la franja de Gaza, iniciando con una descripción de cada una de estas regiones que nos permita entender su importancia geopolítica; seguidamente realizar una descripción de los ataques, teniendo en cuenta las motivaciones, causas y consecuencias de estos y por ultimo definir la importancia de la injerencia internacional humanitaria con el objetivo de tener una mirada holística a este importante conflicto.
La Geopolítica para Israel y Palestina
El país de Israel se constituye como el único Estado judío del mundo, este cuenta con 8 millones de habitantes que gozan de una democracia representativa, establecida bajo un sistema parlamentario y sufragio universal, su parlamento es conocido como kneset basado en una representación proporcional de los partidos políticos; este es un Estado que se construye a partir de las bases del liberalismo y por ende ostenta un gran respeto por las libertades civiles y los derechos políticos, convirtiéndose en el único país de la región considerado “libre”.
Sin embargo en materia de derechos humanos Israel solo ha ratificado 6 tratados internacionales de los 17 posibles, lo cual es preocupante y evidencia la importancia que se le brinda a la defensa de estos.
Este Estado tiene una gran importancia económica en el sudoeste de Asia, debido a que posee un avanzado desarrollo industrial, en el marco de los negocios que realiza con el Banco Mundial, de esta manera tenemos que cuenta con el mayor número de empresas que cotizan en la bolsa de la región. Israel tiene un PIB elevado, de allí que sus habitantes cuentan con unos de los PIB per cápita más altos.
Debido a la guerra que sostienen con Palestina, este Estado posee un elevado gasto de su PIB en las fuerzas armadas, lo que lo convierte en un país poderoso, avanzado en la tecnología militar y por ende con ventajas frente a otros Estados de la región. Israel tiene la mayor proporción de gastos militares en relación a su Producto Interior Bruto y sus presupuestos de todos los países desarrollados.1
- «Military spending: Arming up».The Economist. 8 de junio de 2009. .
En 1984, por ejemplo, el país gastó más de un 24% de su PIB en defensa. Para el año 2012, esa cifra era del 6,2%. Se presenta también una situación particular en este país pues hombres y mujeres están obligados a presentar el servicio militar (con algunas excepciones presentadas en la ley) y como resultado de la imposición del servicio militar, el ejército tiene 176 500 soldados activos y 445 000 reservistas adicionales, constituyéndose así en uno de los ejércitos más grandes del mundo, pues posee una gran cifra para un país que tiene una población de 8 millones de habitantes.
Las relaciones internacionales de tipo militar con la que ha contado Israel son de gran relevancia para analizar las causas de este conflicto. Estados Unidos ha sido históricamente uno de sus principales aliados pues se espera que sólo entre 2013 y 2018, Según “The New York Times”, Israel reciba de Estados Unidos ayuda militar por valor de 3150 millones de .
Los armamentos con los que cuenta son con tecnología de punta, tales como los misiles Arrow, que le permiten operar uno de los únicos escudos antimisiles que existen en el mundo entre otros y aunque no se ha podido demostrar algunos sectores de la comunidad internacional piensa que también posee armas nucleares. A pesar de su corta historia las Fuerzas Israelíes cuentan con un gran prestigio, en términos militares, como unas de las mejores entrenadas en el mundo por haber estado involucradas en varias guerras.
El 14 de mayo de 1948 el Estado de Israel declaró su independencia, lo cual fue seguido por la Guerra árabe-israelí de 1948 con los vecinos Estados árabes, que no aceptaron el plan de la ONU. Sin embargo Israel desencadeno una serie de guerras de las cuales salió victorioso que legitimaron su independencia e incluso ampliaron las fronteras pre-establecidas en el Plan de Partición de las Naciones Unidas. Desde entonces, Israel ha estado en conflicto con muchos de los países árabes vecinos, con muchas guerras y décadas de violencia que permanecen vigentes hasta el día de hoy.
En ese sentido podemos analizar como Israel desde su fundación ha estado sujeto a controversias, especialmente entre sus vecinos árabes, y ha utilizado la guerra y el poder militar y económico como su principal estrategia de dominación.
Palestina por su parte es un Estado que actualmente no es plenamente reconocido, y que a pesar de ser un país observador en la ONU, su situación humanitaria es compleja. Bajo el Plan de las Naciones Unidas para la partición de Palestina se define en 1947 la constitución de un Estado árabe al lado del Estado judío. Sin embargo, tras la guerra Árabe-Israelí de 1948[1] fueron conquistados y ocupados militarmente por Jordania, Egipto e Israel. Las pugnas por el control del territorio han sido una constante a lo largo de la historia de este país, por lo cual se tienen diferentes hitos históricos que han demarcado situaciones en relación al control de este.
En 1981 el gobierno israelí crea la Administración Civil para ocuparse de las funciones burocráticas de los territorios conquistados en 1967. Sin embargo en 1994 en el marco de los acuerdos de Oslo entre la Organización para la Liberación de Palestina y el gobierno de Israel se crea la Autoridad Nacional de Palestina, la cual se designó para el control de la seguridad y la administración civil en las áreas urbanas y rurales. Sin embargo en el año 2005 al retirarse Israel de la franja de Gaza la administración de dicho territorio se traslada a la Autoridad Nacional de Palestina.[2]
.En términos económicos, de acuerdo con las últimas cifras disponibles, el comercio exterior de los Territorios Palestinos se resume de la siguiente manera:
Las exportaciones alcanzaron los 739 millones de dólares en 2013 y se concentran en unos pocos países. El principal destino (86% del total) fue Israel, país con el que Palestina, por el Acuerdo de París (1994), tiene una peculiar unión aduanera. Y su PIB per cápita (2011) era de 2.354 $.[3]
Enfrentamientos y la injerencia internacional
En el conflicto Palestino-israelí existen motivaciones de distinta índole, hay quienes plantean que obedece a factores religiosos de vieja data, los cuales son absolutamente difícil de superar, no obstante, la interpretación política, soportada en referencias históricas permite otra aproximación. De hecho, desde la historia moderna, con particular énfasis en la historia de fines del imperio Otomano, en el siglo XIX, no se identifica rastro alguno de enfrentamientos entre comunidades árabes y comunidades hebreas que cohabitaban la región, llamada Palestina desde la época del imperio romano[4].
Otro elemento fundamental es el Poder y su simbolismo en el conflicto, este tiene un matiz histórico cultural, es el elemento del discurso, desde la óptica de la legitimación moral. En ese sentido se confundiría el elemento nacional del «ser judío» con el elemento religioso del judaísmo como cuerpo de fe[5], y la superioridad de este.[6]
Actualmente podemos evidenciar como la sociedad mediática en la cual nos encontramos inmersos, ha demarcado que quien tenga el control de estos, puede enviar los mensajes que considere prioridad para los gobiernos y actores fundamentales de la escena pública. Por ello quien controle los medios, controla las estructuras de educación, define mensajes y reinterpreta la realidad. Al definir los mensajes, a través de diferentes medios de comunicación, el Estado de Israel genera ideas que se difunden en la sociedad, a manera de una constante construcción ideológica, basada en el fantasma del Holocausto, que se encarga de repetir esquemas de dominación.
De allí que la ayuda que proviene de los Estados, se encuentra condicionada tanto por imaginarios, como por intereses sobre los territorios. Los fuertes ataques que constantemente afectan a la población civil y las misiones internacionales, generaron un ambiente de condiciones humanitarias extremas e intolerables en el área más densa del planeta, por lo cual:
El mundo entiende, la ayuda humanitaria como dicho instrumento como el medio para intervenir por la fuerza en aquellos Estados donde, por excesos del gobierno contra ciertos sectores de la población o grupos subnacionales, se generan emergencias humanitarias supremas. El caso de Gaza demuestra la necesidad contemplar la posibilidad de que dicha intervención no se conciba como exclusiva para escenarios puramente internos, sino también cuando el choque entre uno o más Estados genera las mismas condiciones de degradación humanitaria inaceptable. Sin embargo, se oponen los intereses de las grandes potencias mundiales y sus alianzas, y la posibilidad de que en vez de lograr el control de la situación haya un escalamiento del conflicto.[7]
En este contexto la ayuda humanitaria que se da producto de la salida unilateral de Israel de la franja de Gaza y que por ende, permite a Hamas ocupar el espacio por la fuerza, causando la división de Palestina genera que como medida de presión Israel cierre los cruces fronterizos y bloquee económicamente, causando graves consecuencias. Se inician ataques con cohetes, lo cual torna la situación complicada, con un gobierno sin recursos, con dificultad para conseguir los alimentos y proveer de energía y servicios a la población. A pesar de los intentos de cese al fuego, se intensifican las acciones bélicas, siendo la población civil la más afectada. La población de la franja cayó en una delicada situación humanitaria. Al inicio de los ceses unilaterales del fuego, 1.326 personas habían muerto, incluyendo 417 menores de edad y por lo menos 660 civiles. 5.400 heridos se sumaban a la cuenta8. Del lado Israelí, cayeron 13 personas, entre ellos tres civiles y cuatro bajas que se dieron entre propias tropas9. 4.000 edificios fueron destruidos y más de 20.000 quedaron en delicadas condiciones estructurales. 50.800 personas habían sido despojadas de sus hogares y 400.000 sin posibilidades de abastecerse de agua.[8]
A la luz del tema de intervención humanitaria, cabría hacerse varios cuestionamientos: ¿es comparable la situación producida en Gaza tras las acciones militares de Israel con anteriores crisis humanitarias?, ¿puede justificarse una intervención en esa región? El caso de Gaza genera una dicotomía. Si bien, epitomiza la posibilidad de pensar la intervención humanitaria más allá de la tradicional óptica en contra de regímenes parias que abusan de sus mismas comunidades, el análisis de las consecuencias de la generación de violencia producida por la intervención iría en contravía de los principios de acción de la misma. Pero esto no implica que, cuando se trata de un escenario con elementos internacionales, el resultado siempre sea una catástrofe mayor, abriendo la posibilidad de por lo menos considerar éstos como escenarios válidos para la intervención humanitaria.
Si bien la intervención es necesaria, es importante cuestionar si realmente la comunidad internacional tendrá la capacidad de separar los interese específicos de cada nación involucrada en las intervenciones, y su materialización a través de alianzas estratégicas. Sería importante en el largo plazo lograr un consenso sobre las necesidades de esta, enfocándose en los derechos de la población civil afectada, la defensa de la vida, y garantizar un cese al fuego entre los Estados involucrados en el conflicto. Por lo cual se destaca que las intervenciones humanitarias no excluyen interese de naciones sobre los territorios intervenidos y que por ello, se deben ubicar otro tipo de estrategias para la superación de la condición actual en la que se encuentran los países en cuestión.
BIBLIOGRAFÍA
· CULLA, Joan. La tierra más disputada: El sionismo, Israel y el conflicto de Palestina. Alianza Editorial. España, 2005
- FINKELSTEIN, Norman. Imagen y realidad del conflicto palestino-israelí. Ediciones ASKAL. España, 2003.
- MONTERO, Luis Alexander. Del poder y la memoria en el conflicto palestino israelí. la acción israelí contra el «potentis phalestinae». Revista Análisis Político. Disponible en: http://www.scielo.org.co/scielo.php?script=sci_arttext&pid=S0121-47052010000100005&lng=es&nrm=is&tlng=es
- OFICINA DE INFORMACIÓN DIPLOMATICA. Territorios Palestinos. Ficha País. Disponible en: http://www.exteriores.gob.es/Documents/FichasPais/TERRITORIOSPALESTINOS_FICHA%20PAIS.pdf
- PALMA, Oscar. GAZA: REFLEXIONES SOBRE LA INTERVENCIÓN HUMANITARIA. vol. 4, núm. 1, enero-junio, 2009, pp. 185-197, Universidad Militar Nueva Granada. Colombia
[1] CULLA, Joan. La tierra más disputada: El sionismo, Israel y el conflicto de Palestina. Alianza Editorial. España, 2005
[2] FINKELSTEIN, Norman. Imagen y realidad del conflicto palestino-israelí. Ediciones ASKAL. España, 2003.
[3] OFICINA DE INFORMACIÓN DIPLOMATICA. Territorios Palestinos. Ficha País. Disponible en: http://www.exteriores.gob.es/Documents/FichasPais/TERRITORIOSPALESTINOS_FICHA%20PAIS.pdf
[4] MONTERO, Luis Alexander. Del poder y la memoria en el conflicto palestino israelí. la acción israelí contra el «potentis phalestinae». Revista Análisis Político. Disponible en: http://www.scielo.org.co/scielo.php?script=sci_arttext&pid=S0121-47052010000100005&lng=es&nrm=is&tlng=es
[5] Ibíd.
[6] Es importante destacar que estos elementos constituyen una aproximación que merece de profundización, puesto que los elementos culturales y religiosos que han dado paso a la confrontación bélica no son de poca monta, y por ello no deben ser ubicados como elementos secundarios.
[7] PALMA, Oscar. GAZA: REFLEXIONES SOBRE LA INTERVENCIÓN HUMANITARIA. vol. 4, núm. 1, enero-junio, 2009, pp. 185-197, Universidad Militar Nueva Granada. Colombia
[8] Ibíd. p.9