¡»EL GRAN ERROR DE LOS ABOGADOS!
El error que comenten casi todos los abogados es venderle al cliente que siempre se va ganar su juicio cuando de entrada el cliente no te proporciona los elementos necesarios para instaurar una demanda o presentar una contestación.
Si no hay elementos suficientes para litigar un juicio no le des esperanzas y falsas ilusiones al cliente. NO trates de exprimir ese asunto con tal de cobrar tus honorarios. Eso no es ético y para nada profesional.
En muchas ocasiones el cliente llega con un problema diminuto con un abogado y termina saliendo con un conflicto mayor, que ya no tiene reparación.
Si eres abogado nunca va faltar el cliente que te pregunté ¿ si va a ganar el proceso? ¿ cómo ve, cuando ganamos el proceso?. En ese momento incómodo no le dices todas las posibilidades que existen que pueda suceder en un juicio y con tal de llevar ese asunto, la respuesta es «si, si vamos a ganar, nosé preocupe» tratando de inspirar confianza.
Si llevas un juicio donde no existen las posibilidades de ganar, deberías conocer las filosofía de ganar y ganar, consiste en una técnica de llegar a un buen arreglo, pocos abogados practican esto, no es algo sencillo, pero recuerda que lo que el cliente busca es una buena solución eficaz.
El último rey de Jerusalén, Salomón, dice «la mejor victoria es aquella en la que ganan todos»
El abogado es el mejor por ganar todos los juicios, pero se convierte en el peor por perder sólo uno.
El abogado conciliador es el más eficaz que puede brindarte una solución al problema y no agrandarlo más.
¿Prefieres un abogado que te diga mentiras para llevar tu juicio o prefieres un abogado que te hable con la cruda realidad?
Se recuerda que la labor del abogado como la del Médico es de medios no de resultados es decir no podemos ir no debemos garantizar determinado resultado porque los resultados dependen de los jueces y magistrados no de nosotros los litigantes nosotros al poner los medios esto es significa aportar todas las pruebas representadas en documentos testimonios
Recuerda que más vale un buen arreglo que un mal juicio.